jueves, agosto 17, 2006

La demencia extinta

Decae la noche y se pierde en mis manos
Se aparta de mí la locura al amor
Se pierde entre sueños que surgen de prisa
Y entonces respiro la mágica luz
De un día distante a las sombras menguantes
Y hoy pierdo por siempre mi nombre en su voz

Muere el instinto de sed y de sangre
Cayendo al olvido que hoy colma mi ser
Y así se desprenden cenizas errantes
Que lejos me extrañan y miran ceder

Que soy ya sin tí?
Que fuerza es valiosa sin verle morir

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Como menciona el fragmento de una antigua anécdota que data de mas de 2500 años, originada en el seno de cultura minóica y que relata la batalla en que un hero mitológico ha perdido a su musa y gran amor ante un vil hombre de gran poder, viejo amigo suyo::::: "el hombre sucumbe ante su mismo poder cuando en el seno de esta su fortaleza se desvanece todo rastro de ambición y necesidad, trayendo consigo el vicio en putrefacción".



1 comentario:

Anónimo dijo...

Bueno es volverte a leer, sigue así, que no decaiga tu inspiración.