¿Dónde comienza la rutina? Hoy, que culmina una mañana agitada llena de cosas que siempre suelo hacer, me pregunto: ¿Dónde comienza la rutina? Miro hacia atrás y contemplo un periodo de vacaciones fuera de lo común. Al ver esos días que tan pronto se van, en retrospectiva, veo también partir esa parte de mí que en lo "extra"-ordinario apareció. Miro hacia atrás casi con disimulo; miro hacia atrás casi con añoranza. Y me pregunto: ¿Dónde comienza lo cotidiano? En nuestro segundo día de vuelta a casa. En el minuto próximo a aquel en que dejamos lo que descubrimos ayer. O acaso, ¿es que nunca realmente nos disociamos de nuestras labores que así nos crearon? Quizás nunca realmente despertamos, de esta realidad que intentamos mitigar con el descanso; de esta otra cara impersonal del trabajo que ya casi siempre mostramos. O es que en verdad nunca realmente despegamos, de este escritorio tan árido que nos llama a la brisa, a la playa y al campo, alejados de la ciudad, del vértigo y del cansancio. Y así, en un ser que se engendra buscando el descanso, salimos a flote, los sueños entre fantasías que hoy siempre invocamos.
Mas me conforta el saber que existe una salida, que por bien o mal ignoramos. Quizás, sólo quizá porque al momento así lo necesitamos. Una ruta de escape temporal, que se hace perpetua si acaso la cruzamos. ¿?
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