Me encuentro en el borde del muelle.
Placeres... sensuales?
Debajo las olas se mueven despacio.
La luna se postra por encima del oleaje,
y por encima de los muelles al otro lado de la orilla.
Las luces resplandecen y se mueven gràcilmente
El mar, sereno y constante les disloca y les confina.
Les ordena y mimetiza.
Falsas esencias por sobre las olas.
Figuras irreales y amorfas.
Me encuentro con un pie sobre la orilla.
Debajo el mar emite los sonidos de su risa.
Me hipnotiza y balanceo con desidia hacia su embarque.
Su sonido, tan latente y tan constante,
tan pasivo y tan cambiante.
Oculta entre su ritmo una fortuna indescifrable.
Una fuerza tempestuosa,
y un umbral hacia el caer de nuestra sangre.
Debajo, la carne se disuelve.
Y no hay más destellos irreales.
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