lunes, noviembre 14, 2005

Primer poema





Mis palabras ya sanan y llamo tu nombre
las sombras se acaban y llamo a la luz
heridas ya sanan y purgan mi sangre
mi alma más pura ya engendra mi voz

Sumergo mis manos en urnas de cera
mi cuerpo se aleja de noche y sudor
la luz en el día consume agonias
y estando ya lejos admiro al dolor

Me alejo sin muerte y me alejo despacio
consumo en mi mente ya todo recuerdo
lloro con sangre y mi llanto es silencio
y veo que en el cielo se erige tu amor

Disculpa si alguna ocasión
llego a llamarte a mi sueños mi musa
se que ya no hay en mi vida tu voz
pero es grato pensar que un día fuiste mi luna

Despacio acaricia mi lecho en memoria
que aquella mi ruina sea gran bendición
que aquellos cabellos que cubren tus ojos
me den el saber de lo que es la pasión

Un angel simétrico escucha mi nombre
y ahora que en tumbas ya guardo tu luz
nuevos destellos habrán de opacarte
mas nunca de mí robarán tu calor

La noche despierta entre risas y anhelos
desprende de sí todo rastro de miedo
y en gran sortilegio desnuda su pecho
cubierto de rosas y aromas de Alor

La hora ha llegado y ya debo partir
que aquellas mis manos se alejen de mí
ya no estaré más ni en tu piel ni en tu llanto
y ahora en el tiempo ya dejo el sentir

Mi piel en el suelo ya cae con mesura
que en belico tiempo mi sangre secó
que el paso de sombras no sean mis pisadas
y en sombras de pasos sea viejo mi amor

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ojalá quién sea la destinataria sienta todo aquello que desprende tu alma, aún en la ausencia.
No dejes que la frialdad llegue a tu corazón, y por favor, nunca dejes que la cotidaneidad llegue a tus días llenándola de cristales rotos.
Muy profundo, hermoso.