Primera oportunidad

Intento alejarme del describir mis sentimientos, alucinaciones mordaces, fugaces y diminutas, transmutables sólo ante una aversión de la consciencia que les arrebata de su insulsa naturaleza; efímeras extensiones de una misma identidad humana, inmutable en su propio desconocimiento. Intento alejarme de mi propia gravedad, y desistir de los parametros ajenos de una realidad colectiva infectada de impersonalidad. Intento alejarme de toda carencia intrascendental, excitativa de una voluntad insuficiente para abdicar a una vulgar satisfacción. Intento alejarme consciente hacia lo inmenso dentro de aquello que es inexistente, y así navegar hacia un lejano pensamiento libre de toda definición. Y en el punto de partida, dejo a un lado todo aquello común que me hace ser un ser humano, para entonces descender al único punto que escapa incluso a la demencia misma, con la esperanza de encontrarme con un reflejo puro y desconcertado, inservible e inmaculado, de mi propia existencia... y dentro de aquel indescriptible lugar, ajeno a todo aquello desconocido, el resurgimiento de mi propia naturaleza indeleble me llevará, y nos transportará, de nueva cuenta a sentir. Palabras más, palabras menos... qué se puede decir de lo que nunca se piensa?