Que dulce es la simpleza de la vida, que dulce es la vida en su simplicidad.
Diez veces me acerco a su oido, su bella existencia tan llena de vicio.
Que dulce es la luna en su noche,
me acerco a su elixir de tontos sin nombre.
Repito la muerte que bien se domar.
Me duermo en su seno y me incita a llorar.
Me infecta su luz tan desnuda y vacía.
Me llena el calor de una noche tranquila.
Y olvido la voz de lo amargo y fugaz,
pretendo saber que jamas les he visto.
a aquellos errores que engendran mi hablar.
Mi muerte tan dulce en tan pocas palabras.
Mi sueño tan tibio en tan poco calor.
Mi cálido adios con tan pocos oidos.
Son sólo el paisaje de un tiempo predicho.
que ronda sin viejos rumores malditos,
por esta la noche de un sueño sin mar.
Y qué es el mar?
Sino la dulce representación de nuestro ser espiritual.
----silencio-----
la noche muta en su primera concepción.
Un arrebato de una ingenua y cruel poesía.
el hombre que escribe lo obscuro del arte.
El hombre que cubre la fe con su parte.
Su parte del teatro,
su parte de dios.
Tragedia que erige la muerte ambulante,
Muy dentro en comedias,
muy dentro al amarte.
...
Más?
Quién podría buscar un poco más?
Qué de este dialogo?
Qué de esta pregunta tan sincera?
La cual se disuelve en el momento de la espera,
la cual se contagia en hologramas de su presa.
Nadie le ríe,
nadie le llora.
El tiempo es su parte.
Su parte es la puerta.
Su muerte es desnuda,
su carne sincera.
Qué más sinceridad ha de esperarse de la sangre.
Su gota es el más puro elixir que a los dioses aprisiona.
La muerte bien le adora y el amor le reconfronta.
Bella musa quien le huye, y es el tiempo quien le nutre,
preparando su riqueza para el tiempo del consorte.
Y así,
no queda más opción que la de darse a la miseria.
La luna más hermosa y tan repleta de sirenas...
El vientre de una noche nos espera en su bondad.
La luna nos comenta del amor y la piedad.
El cielo nos consuela con inmensas fantasias,
y entre el aire que me asfixia,
hoy recuerdo bien tu voz.
Hoy me lleno de sonrisas,
y hoy soy sólo con amor.
Soy fragmentos de poesía.
Soy vacío frente a dios.
Busco entonces las mentiras,
busco entonces redención.
Qué más puede darnos vida?
Que el dolor de la pasión.
Cuántas palabras más habremos de construir.
Cuántas palabras más habremos de teñir.
Las mías son de muerte.
Las tuyas son de amor.
Hay acaso tanto espacio,
entre las unas y las otras?
Todas habrán de perecer
entre los oidos de aquellos
que amamos y odiamos,
Luces.
Palabras y restos de amor.
El más extraño poema de entre todos los sentidos.
De entre todos los sonidos que jamás logré en mi adiós.
---
---
La luna nos oculta la bondad de la delicia.
En su luz se engendra el alma de una eterna sinfonía.
Su silueta es el misterio que consume mi dolor.
Su inocencia es mi destierrro,
Su recuerdo es ya mi voz.
Cómo olvidar este momento,
Cómo pensar que no existe un misterio.
El dolor del arrepentimiento me llena de miel,
le bebo y me entrego a lo más ambiguo de la soledad.
Silencio...
Obscuro placer.
...
...
Al final...
Quién tuvo la razón?
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