miércoles, enero 07, 2009

Más bello misterio

La muerte que todo lo abraza, que todo rodea.
Más hermosa que un enjambre de secretos.
El místico peldaño que da luz a los misterios.
Esa bóveda tan llena, luz del prístino destierro;
del ingenuo mensajero que es el último reflejo.

Llega así nuestra reunión,
una unión de sacrilegios; reflexiónes muy amargas,
ahora soy un delator. Soy más bajo que mi voz.
Soy mentiras que recogen las cenizas granuladas.
Y aun así me reconocen una infame voluntad.
Más el tiempo me ha fallado; falla siempre y con lejía.
Y en sus manos me derramo; pertenezco a la deriva.
Intentando mantener aquel recuerdo de mi voz.

Ahora deja mi ilusión.
Qué es la muerte en el ahora?
Puedo incluso repetir; vuelvo incluso a preguntar.
Ante aquella que es ahora, ¿Dónde quedo ahora yo?
Ante aquella que en mi sangre, se ha quedado en su delicia.
Pétrea y llena de ambrosía; muere ahora un eco o dos.

Pasa un segundo... y nada sucede.
Espero... y nada sucede.

Y al fin, ante ella mi sangre.
Mi gota se hiela y hierve al unísono de los tiempos;
pasado, presente y futuro, todos ellos sin momento.
Y quizás mi mente no esté lista para esto.
La más anhelada visión, del retorno al silencio.
Cual un campo de pasiones; infestado de ilusión.

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