sábado, junio 21, 2008

tiempo de Muerte

Se agita el agua que se postra frente a mí.
Veo sus olas, veo su espuma. El silencio de las horas.
Mis latidos atesoran los instantes sin demora;
los destellos sobre el agua de una luna inmaculada.
Siento el alma que me inunda, ser la presa y la miseria,
ante tal inmensidad, tal belleza tan eterea.
Y esas nubes que vigilan la bondad de nuestros nombres.
Pasajeras son poesía; hechiceras de la luna;
de la inerte fe en materia. Lo inmoral de la inmundicia.

Despierto entre tus manos.
El aroma de tu piel se compenetra con mi esencia.
Se anula mi consciencia y de pronto...
Nada más abunda tan perenne,
como el tiempo de la muerte.

No hay comentarios.: