lunes, diciembre 15, 2008

El regreso.

Vuelvo en esta tranquila noche,
vuelvo en un vuelo tranquilo.
Sosiego que impera, es la causa de olvido.
Desciendo planeando, muy cerca al silencio.
La luna tan muda; testigo y misterio.
Contempla la furia que dejo en el cielo.
Misterio me otorga, cual dulce recuerdo.

Y arriba de mí arden todos los signos.
Regreso a una tierra sin lengua ni vicios.
Observo debajo mi punto de encuentro,
allí donde el aire es caricia y es verbo.

Ahora que las llamas languidecen tras de mí.
Ya pronto nevarán viejas cenizas por el aire.
La calma anuncia ya mi retirada a otro tiempo.
La calma invoca ya mis melancólicos momentos.

Ciclo, cambios, formas y silencio.

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